En el 113 Aniversario del tren vía ancha
Esta fotografía muestra el ferrocarril de vía angosta cruzando el puente sobre el Río Armería, un día de julio de 1891.
Fue el tren el que sacó del ostracismo al puertecito del Manzanillo.
Cuando Don Porfirio Díaz vino a nuestro puerto la primera vez, en 1873, se enfrentó a las dificultades de los caminos de arriería, los atajos y las veredas, porque no existía un medio de transporte ni un camino bien trazado entre Manzanillo y Cuyutlán, para “agarrar” el legendario Camino Real, que terminaba en el extinto pueblo de Valenzuela, muy cerca del actual crucero de Madrid, en Tecomán. En 1858 había pasado por aquí el presidente Juárez sin pena ni gloria: Por Manzanillo se embarcó para Acapulco con rumbo a Panamá, pero no destinó nunca recursos para mejorar la región. Cuando, quince años después, el General Porfirio Díaz encabezaba la lucha nacional para derrocar al terco grupo político de Don Benito -que había salido de la presidencia solo muerto, un año antes, en 1872-, del poder, conoció Manzanillo y ofreció volver en tren que mandaría construir si llegaba a presidente, según la tradición oral, no comprobada. Como sea, cumplió su palabra. En abril de 1881 comenzaron las obras del tendido de rieles y tras largos y penosos altibajos económicos del gobierno y de la compañía que lo construyó, el tren fue inaugurado el 16 de septiembre de 1889. Era un trenecito para vía “angosta”, casi como los que se usaban para recorrer nuestro jardín hace décadas para pasear a los niños.
Ese tren sacó del abandono al puerto e impulsó la economía del Estado transportando mercancía a la capital del Estado, desde donde era distribuida con mayor facilidad al centro del país. Don Porfirio mismo mandó en 1900 retirar las vías y las sustituyó por la vía ancha, que se usan hasta la actualidad y que vino a inaugurar en el flamante tren presidencial, el 12 de diciembre de 1908, el mismo día en que inauguró el Paseo Independencia, es decir el Rompeolas. También emprendió las obras del puerto…pero esa es otra historia.
P.D. Una vez más, algo que pretendía ser breve acabó como un rosario de datos que a pocos les interesan.