Descontinúan 9 medicamentos para tratar Covid-19
+ No deben ser usados para esta enfermedad.
La Secretaría de Salud del Gobierno del Estado señaló que hay 9 medicamentos para tratamiento de Covid-19 descontinuados, después de la evidencia científica de estudios publicados a nivel mundial que demuestran que no se observan beneficios, por lo que no deben ser usados para esta enfermedad.
Dichos fármacos son azitromicina, dióxido de cloro, ciclosporina, factor de transferencia, hidroxicloroquina, cloroquina, lopinavir, ritonavir y oseltamivir; en tanto que la ivermectina y aspirina aún no están aprobados por no tener un nivel de evidencia adecuado y sólo deben ser usados en estudios de investigación.
El Proyecto de Farmacovigilancia de la Comisión Estatal para la para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coespris) indicó que, actualmente el ensayo Solidaridad Plus de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para fármacos prometedores está en marcha en 52 países, lo que supone una colaboración mundial sin precedentes para la investigación y desarrollo en materia de Covid-19.
La información y los resultados del uso de tratamientos contra Covid-19 son relativamente nuevos, por lo que todos deben realizarse bajo indicación y previa valoración médica, para lo cual en agosto del 2021 se publicó la guía clínica para el tratamiento de esta enfermedad en México.
Por ese motivo, los medicamentos utilizados en el tratamiento de Covid-19 se han convertido en un motivo de preocupación para la farmacovigilancia, ya que existe una infodemia al respecto con muchas historias falsas o engañosas que se inventan y difunden sin comprobar su veracidad.
Ante el aumento de las enfermedades respiratorias por la temporada invernal, se ha observado un aumento en la automedicación y compra de medicamentos, lo que puede provocar desabasto de algunos fármacos, con impacto negativo en la salud de los pacientes.
Por ello, los tratamientos para cualquier enfermedad deben tener una supervisión médica, de ahí que automedicarse no es lo indicado, y menos con fármacos que no se conocen ni se sabe cómo van a funcionar o qué reacciones adversas pueden tener.