Congreso del Estado de Colima exhortó a Cámaras de Senadores y Diputados, legislar regulación de agroquímicos
La Sexagésima Legislatura del Estado exhorta a las Cámaras de Senadores y de Diputados del H. Congreso de la Unión, para que realice las acciones necesarias a efecto de legislar la regulación del comercio y aplicación de agroquímicos, en el ámbito de sus competencias y de conformidad con los más amplios estándares previstos por la Ley.
Dicho Punto de Acuerdo fue presentando en el Pleno por parte del diputado de Morena, Alfredo Álvarez Ramírez y aprobado por unanimidad.
Alfredo Álvarez dijo que las y los trabajadores agrícolas, al tener contacto directo con los diversos agroquímicos (herbicidas, pesticidas, fertilizantes, etc.), presentan reacciones de deterioro en su salud, puesto que estas moléculas químicas, tienen diferentes vías de absorción, metabolismo y eliminación en el cuerpo humano, con particulares mecanismos de acción y de toxicidad.
El diputado destacó que esta es una problemática generada por el uso y la aplicación irregular de agroquímicos, reconociendo sus resultados después de 40 años en la Agricultura Mexicana y en la Agricultura de Colima.
“Existen estudios e investigaciones científicas que demuestran la residualidad de moléculas de agrotóxicos en el cuerpo humano. Actualmente las principales enfermedades crónico-degenerativas (diabetes, cáncer, daño renal, hipertensión, autismo, ect.) en diferentes regiones del país, se deben principalmente a la alimentación cotidiana de ultra procesados y productos agropecuarios basados en una producción convencional con el uso de agroquímicos y actualmente transgénicos”.
El legislador indicó que el uso de agroquímicos en la agricultura provoca la pérdida de agroecosistemas sustentables a partir de: la involución de la fertilidad de suelos agrícolas; contaminación de cuerpos de agua y mantos freáticos; generación de plagas y enfermedades resistentes; generación de supermalezas; dependencia tecnológica de grandes coorporativos; volátiles y altos costos de producción; perdida de saberes campesinos y de la tecnología apropiada; daño a la biodiversidad de los ecosistemas; contaminación del aire e impacta las formas de organización del trabajo a nivel territorial.
El morenista añadió que las intoxicaciones por la falta de las medidas necesarias al momento de su aplicación son: quemaduras de piel y ojos, cefalea, náuseas, visión borrosa, calambres musculares, vómito y dificultad para respirar. Además, dijo, se asocian los trastornos de memoria, enfermedades de piel, esterilidad, abortos, defectos de nacimiento, daño neuronal permanente, entre otros.
Explicó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que se estima que alrededor de un 20% de los suicidios se cometen por autointoxicación con plaguicidas, la mayoría de ellos en zonas rurales agrícolas de países de ingresos bajos y medianos.
“Resulta necesario se expida una legislación en materia de control y regulación de la comercialización y uso de agroquímicos, con el propósito de proteger la salud humana, los recursos naturales y el medio ambiente, a fin de que se fomente el desarrollo sostenible y la disminución del impacto ambiental, así como la protección de la salud de las personas”.